Se los ve admirando el paisaje, tomando fotografías con sus cámaras digitales de última generación, realizando actividades al aire libre y degustando vinos en sus diferentes varietales y gastronomía regional. Son en su mayoría extranjeros, arribaron a Mendoza desde los lugares más remotos del planeta, hablan idiomas diferentes, pero tienen todos una característica en común: llegaron pedaleando, en bicicletas todo terreno.
«Hoy es la última moda hacer mountain bike por viñedos y bodegas. Los extranjeros son nuestros principales clientes, diría el 80 por ciento, sobre todo los norteamericanos y europeos (Inglaterra, Irlanda, España, Francia, Alemania y Bélgica), pero también llegan desde lugares remotos como Malasia, Finlandia, Filipinas y Corea», cuenta Juan Pablo Marziani, de Kahuak, única agencia de turismo que organiza este tipo de actividades.
«De América Latina, lo más frecuente es tener pasajeros de Brasil y algo de México, mientras que el 20 por ciento restante corresponde a los argentinos, procedentes en su mayoría de Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe», continúa Marziani.
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