Um novo presente, recém chegado da China, provocou a alegria da comunidade oriental, mas também recebeu críticas dos antigos moradores do chamado bairro chinês (que faz parte da área de Belgrano), em Buenos Aires. A novidade foi colocada na esquina de Arribeños e Juramento: tem onze metros de altura, a mesma largura da rua, três níveis de delicados trabalhos chineses e, em breve, dois leões de pedra entalhados em sua base. Custou 300 mil dólares. Trata-se do novo pórtico, que colocará o bairro no mesmo nível de bairros chineses em todo o mundo, como Londres e São Paulo. A nova peça veio da China em cinco contêineres.
Para alguns vizinhos, o problema não é o arco e sim que o coloque no meio do bairro. Segundo eles, deveriam ter instalado o pórtico em uma praça, respeitando as leis e regulamentos portenhos para esse tipo de monumento. Para Liang Jin An, cónsul geral da China em Buenos Aires, “trata-se de um presente entre os povos, pago pelos vizinhos orientais de Belgrano. Compreendo que haja vizinhos contra, mas são uma minoria”, disse. Do outro lado, vizinhos sustentam que em todo o bairro há 56 comércios e que os habitantes orientais não são mais de 100. “É a porta de um grande negócio, não de um bairro oriental e o denunciaremos à justiça”, dizem. Eu acho essa briga uma grande bobagem.
Un nuevo regalo recién llegado de China provocó la alegría de la comunidad oriental y se ganó las críticas y el rechazo de sus antiguos habitantes. Está emplazado en la esquina de Arribeños y Juramento: tiene once metros de alto, el ancho de la calle, cuenta con tres niveles de delicadas tejas chinas, tendrá dos leones de piedra tallados en su base y costó 300 mil dólares. Se trata del nuevo pórtico que tendrá el barrio chino de Buenos Aires y que a partir de ahora lo pondrá al mismo nivel de los principales barrios chinos de todo el mundo que tienen un gran arco de ingreso del mismo tamaño en su entrada.
La nueva pieza que corona su entrada, fue trasladada en cinco contenedores desde la República Popular China. Para los vecinos, el problema no es el arco, sino que lo pongan en medio del barrio. Según ellos, deberían haberlo instalado en una plaza y respetando las leyes y reglamentos porteños para el emplazamiento de monumentos. Para Liang Jin An, cónsul general chino en Buenos Aires, “se trata de un regalo de hermandad entre los pueblos que fue pagado por los vecinos orientales del barrio de Belgrano. Comprendo que haya vecinos en contra, pero son una minoría”. Desde el otro lado, los vecinos sostienen que en todo el barrio hay 56 comercios y que los habitantes orientales no superan el centenar. “Es la puerta de un gran negocio, no de un barrio oriental y lo denunciaremos ante la Justicia”, anticiparon.
Polémica completa: http://criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=24160
me parece un lindo regalo, y que levanta esa parte del barrio.
yo soy vecino de belgrano, y no me molesta ni un poco.
felicito a los chinos, y quiero recordarles a todos los argentinos que nuestros abuelos tambien fueron inmigrantes, por lo tanto no hay que ser hipocritas todos los inmigrantes son bienvenidos.
no hagamos como los europeos, que hace casi 100 años llegaban en cantidades a nuestros puertos, y en la actualidad discriminan a los inmigrantes latinos en europa.
eso es HIPOCRESÍA.