Dois grandes

Com os senhores, Rodolfo Mederos, interpretando Adios Nonino, a obra mais emblemática de Astor Piazzolla

“Adiós Nonino” fue compuesto hacia 1959, cuando Astor andaba en gira por Centroamérica. En esos momentos recibió la noticia de la imprevista muerte de su padre, don Vicente Piazzolla, a quien apodaban Nonino.

Llegado de Nueva York, de vuelta de esa gira, en un momento de profunda tristeza, de angustias económicas -puesto que su viaje al Norte había significado un fracaso, como fracaso también resultó su intento de imponer el jazz-tango-, se sumaba ahora la desaparición de su padre, allá lejos, en la Argentina. Es cuando escribió “Adiós Nonino”. Bajo la presión de semejante estado de ánimo brotaron espontáneamente las inmortales notas.

Recompuso el primitivo “Nonino”, tango que había compuesto en París en 1954 (hay una grabación de esa obra por la orquesta de José Basso, de julio de 1962), del cual conservó la parte rítmica. Reacomodó lo demás y agregó ese prolongado y melódico fragmento, de notas largas y sentidas, en el que subyace un profundo, ahogado y angustioso lamento.

El llanto contenido y el dolor del hijo, a tanta distancia, se manifestó en ese triste y acongojado pasaje. En esas dos frases de ocho compases (cuatro más cuatro), que se repiten formando un precioso tramo de dieciséis compases, está el auténtico sentido y justificación de la obra.

Fonte : TODO TANGO

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