Mudanza

Reproduzo abaixo um fragmento de um conto que eu gosto muito, chamado Mudanza, do argentino Eduardo Muslip. O texto completo está no livro “ANTOLOGÍA DE NARRATIVA ARGENTINA”, editado pela Opción Libros.

Nesse texto ele brinca com a reação dos objetos quando percebem que chegou a hora da mudança. Selecionei abaixo apenas as partes relativas aos livros, já que serão os primeiros a entrarem nas caixas, hoje.

http://bookshelves.tumblr.com/

Foto do blog Book lovers never go to bed alone

“Los objetos percibieron las señales de la inminente mudanza sólo cuando me dispuse a preparar todo para facilitar el traslado…entraron en un estado de silenciosa tensión, que se agravó cuando hice aparece cajas de cartón corrugado, para empezar a guardarlos.

(…) Los objetos iniciaran entonces una resistencia continua e irritante, encabezada, claro, por los libros: ocupaban en la casa unos cuantos estantes, y decidieron incrementar su espacio y su peso desmesuradamente. Empezaron a ser necesarias mucho más cajas que las previstas. Los libros conocieran en este momento mis posibilidades de violencia: a veces no entraba en el espacio que dejaban los ya ubicados en la caja y entonces yo presionaba: el libro crujía y pensaba cómo alguien que había manipulado libros toda su vida no podía saber que un libro no tiene la plasticidad de una esponja o de un trapo rejilla.

(…) De la rebeldía en la casa de la que eran arrancados pasaron entonces a la derrota frente a los fleteros, y luego, en el nuevo hogar, adoptaran una actitud reticente y expectante. “Hum, conque es acá donde estaremos”, parecían murmurar. Como el lugar era muy chico, y me escucharan decir: “No va a entrar todo acá”, se alarmaron en la especulación de quien seria excluido.

De la solidaria, firme resistencia en la casa, los libros pasaron a una competencia poco digna: el diccionario de inglés miraba con suficiencia a los demás diccionarios, sabía que seria elegido. El diccionario de latín y el de griego se removían, luchando entre su orgullo y la conciencia de su prestigiosa inutilidad. Los libros de Borges parecían ni pensar en el tema, se sabían prescindibles y adoptaran sin embargo una actitud prescindente, como si no les portaba que podría hacer yo con ellos.

(…)Trabajosamente fui ubicando las cosas en distintos lugares y me llevó bastante tiempo terminar de instalar la casa, esto es, terminar de instalarme, pero podía decir que para los objetos su “instalación” fue bastante mas rápida que para mí. (…) Volvieron a vivir su tranquila vida de objetos, amantes de la rutina y sólo rebeldes cuando se ven agitados por circunstancias como las que ya habían pasado.

(…)Tan fieles a mí como inconscientes de su fidelidad, me ayudaban, sin saberlo, a acostumbrarme a la nueva casa. El polvo del lugar que, suspendido en el aire, había aguardado con paciencia y expectativa a los nuevos habitantes, empezaba a caer sobre nosotros.

A estante aqui de casa!
Tem lugar para todo mundo na casa nova. Não se rebelem!

3 Comments

  • Marta Collares disse:

    Ótimo o texto! “Meus amigos, meus discos e livros… e nada mais!” Já dizia Zé Rodrigues, mais que isso pra que (só acrescentaria meus cacarecos queridos!)? Afinal são eles que dão a cara ao nosso cantinho, um bom observador conhece o dono da casa, fácil, fácil… basta dar uma olhada em volta, nas prateleiras… não é?
    Um abraço,
    Marta

    Ah, vi que te mudas pra Monserat, qdo vou fico neste bairro, na Belgrano, lá embaixo!!! Gosto muito, só à noite acho um pouco triste…mas logo passa, basta umas três quadras pra qualquer lado! haha

  • Gisele Teixeira disse:

    Ai Marta, as prateleiras dizem demais sobre os donos…na nossa aí da foto tem até um vidro com terra de Brasília. Pode???

  • edu disse:

    E dentro de essse vidro, um prego das obras do palacio de Planalto…
    E um bichino, artesania de Goiás…

Deixe uma resposta

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *