La Buenos Aires Ajena

Visitas sempre nos brindam com novas miradas.

Abaixo, seis fotos de Buenos Aires feitas pelo meu amigo Ricardo Heinen, que esteve recentemente aqui em casa, me alegrando com sua presença.

Para ilustrá-las, elegi textos de um livro que gosto muito e que se chama La Buenos Aires Ajena – Testimonios de Extranjeros de 1536 hasta hoy.  Essa obra reúne fragmentos sobre a cidade escritos por estrangeiros que passaram pela capital portenha em diferentes épocas. Alguns autores são conhecidos, outros nem tanto.

Jorge Fonderbrider, que compilou os textos diz que “el extranjero se corre de la propia circunstancia y tiene que mirar lo que sus ojos no tienen lo costumbre de ver, hacer entrar la realidad en unos moldes que no necesariamente la contienen. Las palabras que refieren su experiencia generalmente están tenidas de tensión, una tensión prestada que el talento o la habilidad retórica quizá conviertan en literatura”.

Vittorio Gassman – ator italiano, em 1991

Aquí, cada uno vive plenamente su propia locura. Borges sólo hubiera sido posible en este país. Pasan de la depresión a euforia en segundos. Hoy se sienten los reyes del mundo y mañana, los insectos más despreciables. Son personajes de Dostoievski: locos, para decirlo más claro. Cada tanto tengo que viajar a Argentina y quedarme unos días. Es un imprescindible baño de delirio y de desatino que necesito para sentirme.

Le Corbusier – arquiteto, 1929

Buenos Aires es la ciudad más inhumana que yo he conocido. Verdaderamente, el corazón se martiriza. He recorrido, como un alucinado, durante semanas sus calles “sin esperanza”. Me he sentido oprimido, deprimido, furioso, desesperado. Sin embargo, dónde se siente como aquí, semejante potencial energético, una tal potencialidad, la presión incansable y fuerte de un destino?

V.S.Naipul – escritor indiano, em princípios da década de 70

La bandera argentina celeste y blanca que ondea sobre la calle esta manchada de polvo y hollín. Todavía queda belleza en las paredes trabajadas, las altas entradas de hierro, las enormes puertas de madera. Por adentro las paredes se descascaran, las ventanas del patio central están rotas…Es una oficina del gobierno, un departamento del Ministerio del Trabajo: eso habla de una administración que fracasó, de una ciudad que se muere, de un país que nunca funcionó realmente.

Gwen Kirpkpatrick – professora americana, em 1974

Cuando llegué a Buenos Aires, todo me parecía oscuro. Pero creo que la oscuridad que sentí no fue sólo una proyección de mi confusión e ignorancia. (…) Parte del poder de la ciudad viene de ese ensombrecimiento y de esa obscuridad. Nunca se intentó que Buenos Aires fuera la ciudad de la luz. Eso les corresponde a otras ciudades. El poder de Buenos Aires consiste en no revelarse a sí misma, en mantener sus secretos entre las sombras.

Verônica Zondek – poeta e escritora chilena, em 1989

A Buenos Aires se llega con el tejido del mito a cuestas, tal como Cortázar, Borges, Sabato, Puig, Gombrowicz y otras letras lo hilaron. Y…no defrauda. Encanta. Encanta porque el hilo no se rompe sino que se alarga, y cada encuentro es nuevamente una sorpresa que viene a engrosar la madeja que ya perdió su comienzo. Encanta, porque no obstante los quiebres y los dolores, el habitante de Buenos Aires, el habitante que la escribe, es un perpetuo enamorado de ella y continúa elaborando el punto que le hace de espejo.

Saint-Exupéry – escritor frances, em 1929

Seguramente conoceré a otras personas aficionadas a la música y los libros que me consolarán un poco del Sahara. Y también de Buenos Aires, que es otra especie de deserto…Me gustaría tenerte aquí conmigo, pero temo por ti pensando en Buenos Aires, esta ciudad en la que uno se siente tan prisionero.

8 Comments

  • edu disse:

    Gi, buena idea traer visiones tan diferentes… La verdad está mas cerca del caleidoscopio que del microscopio, digo yo. y lo refuerzo con esta enseñanza, extraída a la ligera de Google y de mi memoria, así nomás.
    Un beso

    “Los ciegos y el elefante
    Se hallaba el Buda en el bosque de Jeta cuando llegaron un buen número de ascetas de diferentes escuelas metafísicas y tendencias filosóficas.

    Algunos sostenían que el mundo es eterno, y otros, que no lo es; unos que el mundo es finito, y otros, infinito; unos que el cuerpo y el alma son lo mismo, y otros, que son diferentes; unos, que el Buda tiene existencia tras la muerte, y otros, que no. Y así cada uno sostenía sus puntos de vista, entregándose a prolongadas polémicas. Todo ello fue oído por un grupo de monjes del Buda, que relataron luego el incidente al maestro y le pidieron aclaración. El Buda les pidió que se sentaran tranquilamente a su lado, y habló así:

    — Monjes, esos disidentes son ciegos que no ven, que desconocen tanto la verdad como la no verdad, tanto lo real como lo no real. Ignorantes, polemizan y se enzarzan como me habéis relatado. Ahora os contaré un suceso de los tiempos antiguos. Había un maharajá que mandó reunir a todos los ciegos que había en Sabathi y pidió que los pusieran ante un elefante y que contasen, al ir tocando al elefante, qué les parecía. Unos dijeron, tras tocar la cabeza: “Un elefante se parece a un cacharro”; los que tocaron la oreja, aseguraron: “Se parece a un cesto de aventar”; los que tocaron el colmillo: “Es como una reja de arado”; los que palparon el cuerpo: “Es un granero”. Y así, cada uno convencido de lo que declaraba, comenzaron a querellarse entre ellos.

    El Buda hizo una pausa y rompió el silencio para concluir:

    — Monjes, así son esos ascetas disidentes: ciegos, desconocedores de la verdad, que, sin embargo, sostienen sus creencias.

    * El Maestro dice: La visión parcial entraña más desconocimiento que conocimiento.”

  • Jorge Fondebrider disse:

    Me alegro de que el libro te haya gustado. Se supone que a fines de este año va a haber una reedición en la editorial Bajo la luna, con más testimonios que cubran los diez años que van desde la publicación original (2000) hasta ahora.
    Y gracias por dejar también tus impresiones de mi ciudad.

  • Gisele,

    Passei as três primeiras semanas de janeiro em Buenos Aires. As visitas ao teu blog durante o ano passado fizeram grande diferença para sentir o clima da cidade. Já ganhou muitos novos leitores entre amigos que indiquei. Grande abraço!

  • Gisele Teixeira disse:

    Sergio, é super bom ter retornos assim.
    Sao inspiradores e estimulantes.
    Só que nao vale vir aqui e nao dar um alo.
    Sabe que tenho alguns leitores que viraram amigos mesmo?
    Duas das minhas melhores amigas em Buenos Aires eu conheci pelo blog.
    Da próxima vez tomamos um café. Combinado?
    Abrazo

  • Rivadavia Severo disse:

    Estranhamento!

    O olhar sobre a cidade que revela loucura, depressão, inumanidade ou de uma cidade que morre em um país q

  • Rivadavia Severo disse:

    Estranhamento!

    O olhar sobre a cidade que revela loucura, depressão, inumanidade ou de uma cidade que morre em um país que nunca funcionou realmente, para mim é alheio. Fico com a imagem que diz que o poder de Buenos Aires consiste em não revelar-se a si mesma, manter seus segredos entre as sombras.

  • Anna disse:

    As fotos do Ricardo são divinas. Parabéns!!
    Beijos para ele e para vc.

  • Eduardo Baró disse:

    Qué hermoso releerte, Gis, hoy como ayer.

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